domingo, 17 de agosto de 2008

Tecnofóbicos y tecnofílicos


La nota que se propone a continuación fue publicada por la agencia de noticias Telam. En ella, la periodista Florencia Alamos desarrolla dos tipos de perfirles que habitualmente adoptan las personas en su contacto con las tecnologías. De cierta forma, puede decirse que las postura docentes desarrolladas en torno a la tecnología también adoptan la polaridad que propone la autora, aunque encuentra otros matices que tienen que ver con la manera en que la tecnología es incorporada en el aula.



Por Florencia Alamos

El desarrollo cada vez más vertiginoso de la tecnología marca nuevas eras en la comunicación y modifica paradigmas en las reacciones sociales. La tecnofilia y la tecnofobia, son dos claros ejemplos de ello. “Reconocemos como tecnofílicos a aquellos que organizan su vida alrededor de las tecnologías y creen que sin ellas no se logra avanzar socialmente”, explicó Nancy Irene Panissal, directora de una escuela secundaria de Villa Elisa, y a cargo del departamento Extensión Cultural del Teatro Argentino de La Plata. “Viven pendientes de la comunicación y de los diferentes modelos que se incorporan al mercado”, agregó. Según la especialista, es fácil caer: en especial el sector adolescente, ya que “es una adicción sin químicos, debido a su cambio físico y emocional". "Este medio de comunicación les permite mostrar el ´Yo´ que ellos desean ser”, detalló.

En el otro extremo, se encuentra la tecnofobia. Quienes la padecen, rechazan las tecnologías al considerar que perjudicarán a la sociedad. El tecnofóbico considera que algo malo puede suceder si las utiliza. “No reconoce la necesidad de operarlas, ni de añadirlas a la humanidad, piensa que antes las cosas se concretaron igual y que la tecnología puede esclavizar al hombre”, sostuvo Panissal. Otro tipo de conducta es la que define a los que le temen a la tecnología por desinformación, es decir, se sienten disminuidos al no saber manejarla con destreza. Se los suele llamar "analfabetos tecnológicos", y a diferencia de un tecnofóbico que decide alejarse de la tecnología, éstos no tienen posibilidad de acercarse. Este tipo de "analfabeto" se da por lo general en personas con escasos recursos.

Según la docente consultada por Télam, “por su desconocimiento en el manejo de las tecnologías resulta marginado por el resto de la sociedad, no logra ingresar a la cultura y ve limitadas sus posibilidades laborales así como la utilización de estos recursos en tramitaciones comunes”.

Según Panissal, “la habilidad de utilizar la tecnología se incluye como una competencia imprescindible a desarrollar por los miembros de la sociedad”, ya que “aquellos que no logren incorporarse se verán en una situación de desventaja”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido con lo propuesto